15 mar 2010

Uno únicamente

Nota: Para contextualizar este relato se recomienda leer antes la entrada: Un día y dos vidas

—Me gusta tu pelo.
—¿Mi pelo?
—Sí, ni liso ni rizado, es… —tomó un mechón entre los dedos y lo olió—, no sé, un pelo original y eso me gusta —hizo una pausa mirándola con ternura, luego se dio media vuelta y yendo hacia la encimera de la cocina dijo—: Voy a prepararme café, ¿quieres?
—¿Bebes café?
—Elvira, ¿qué te pasa esta mañana? —preguntó riéndose. Ella no dijo nada, sonrió desde la mesa—. Bueno, ¿quieres o no?
—Claro —contestó observándolo embelesada—. ¿Eres escritor? —preguntó después.
Él se rió al escucharla. Tomó las dos tazas y se sentó a la mesa junto a ella.
—¿Escritor dices? —repitió la pregunta divertido—. Eso dicen, sí. Elvi, oye —empezó diciendo en un tono más serio—, no tomes más café, creo que te está afectando.
Ella le rió el chiste como una idiota y lo miró a los ojos. A esos ojos tan verdes, tan sinceros, que desprendían tanta calma, tanta seguridad.
—Pensaba que nunca iba a conocerte —dijo ella aislando cada una de las palabras.
—Estás loca, ¿lo sabías? Estás tan loca que es imposible dejar de quererte, tu locura es adictiva —dijo abrazándola sin cuidado de hacerla daño, la estrujaba contra sí con todas sus fuerzas, como si quisiera absorberla.
—Dime tu nombre —suplicó susurrante.
—Ron Adkins, tonta, Ron Adkins.

—Ron Adkins, Ron Adkins, Ron Adkins…
Repetía una y otra vez Elvira, mientras fregaba el único plato que había utilizado para comer, con su único vaso.
—Ron Adkins, Ron Adkins… —repetía secando el tenedor y el cuchillo y guardándolos en el cajón.
Tras cerrar el cajón lentamente, levantó la vista y a través de la ventana vio la tristeza de un domingo por la tarde. Apretó los labios y tragó saliva, se le escurrieron las lágrimas sin darse cuenta. Se miró las manos y se acarició los dedos sintiendo una inmensa soledad. Maldita soledad de domingo.

6 comentarios:

Kaña-mon dijo...

Un beso enorme. Ya queda menos. Mua

Ignacio Reiva dijo...

Tal vez la compañía anhelada interrumpiría tus sueños de compañía. Un gran beso.

Ayahara Harimata dijo...

Me cachis en la mar: Estremecedora soledad dominguera que existe para recordarnos lo que es disfrutar de una buena compañia...Elvi un besote de los gordos.

Mizu dijo...

Genial! muchisimo ánimo guapa! Beso inmenso!

Amanda Manara dijo...

Muy bueno, si señora.
Un beso

Diang Lugo dijo...

Yo por mi parte, amo esa soledad de los domingos..

No quiero que nada ni nadie me perturbe cuando llega mi día tan anhelado...

Mis saludos Elvira...!